Cambios en los hábitos alimentarios en la población infantil

Los avances tecnológicos y los cambios sociales acontecidos en los últimos años han modificado los estilos de vida, tanto los patrones alimentarios como de actividad física e inactividad, condicionando la prevalencia de las enfermedades no transmisibles.

Estudios como el IDEFICS (Identification and prevention of Dietary- and lifestyle-induced health Effects in Children and InfantS) han explorado la asociación entre determinados patrones de alimentación y factores socioeconómicos, encontrando que los niños en familias monoparentales, hijos de inmigrantes o con padres en situación de desempleo seguían con más frecuencia patrones alimentarios menos saludables (13). Con datos de esta misma cohorte, se ha puesto de relieve el efecto negativo del consumo de alimentos ultraprocesados en la composición corporal (13). Además, la adición de azúcar a alimentos comunes (leche, frutas-zumos, mermeladas o confituras) o la disponibilidad de alimentos ricos en azúcar en el ambiente familiar empeora la calidad de la dieta (medida por la adherencia a un patrón de dieta saludable) (15-17).

En el año 2012, Ortega y colaboradores estudiaron la influencia del consumo de lácteos en niños españoles de 7 a 11 años sobre el patrón alimentario y la ingesta de determinados nutrientes, a través del registro de consumo durante 3 días.  Observaron que los niños que toman más lácteos consumían también más cereales, aceites, verduras y frutas y presentaban unas ingestas más adecuadas de vitamina B2, B6, C y folatos, así como de yodo, zinc, magnesio y potasio, destacando un mejor cumplimiento de las Guías Alimentarias.

COMEDORES ESCOLARES, UNA OPCIÓN CADA VEZ MÁS DEMANDADA

En cuanto al comedor escolar en España, el porcentaje de niños que asisten a él es cada vez más alto y desde edades más tempranas, un 36,4% en Educación Infantil y un 29,4% en Primaria realizan la principal comida del día en el centro escolar, aunque los datos presentan diferencias entre los medios urbano y rural a favor de los primeros.

En España los porcentajes de asistencia al comedor escolar son: 36,4% en Educación Infantil y 29,4% en Primaria

MENOS ACTIVIDAD FÍSICA Y MÁS USO DE PANTALLAS

Los cambios en los patrones alimentarios han ido acompañados de una disminución de la actividad física y un aumento de la inactividad, especialmente ligada al uso de las pantallas, como principal fuente de ocio pasivo, que además influye en los patrones de vida a través de la publicidad (23).

El aumento de la actividad física en edades tempranas se asocia a una mejor calidad de vida, aunque la magnitud del efecto sobre variables de salud es pequeña en la mayoría de estudios y en algunos superado por el efecto de la disminución de la inactividad (pantallas).