Ingesta dietética, adecuación nutricional y fuentes alimentarias de proteínas y su relación con factores personales y familiares en población infantil en España de 1 a <10 años: resultados del estudio EsNuPI

Introducción

La dieta en la primera infancia juega un papel importante en el crecimiento y el desarrollo del individuo. En particular, la cantidad y calidad de proteínas son importantes para un adecuado crecimiento durante los primeros años de vida. La proteína es un macronutriente crítico, ya que forma parte de tejidos, músculos, sangre, hormonas, anticuerpos y un largo etcétera. Una ingesta inferior a la recomendada podría provocar un crecimiento inadecuado de los niños y, por el contrario, ingesta excesiva de proteínas durante los primeros años de vida puede aumentar el riesgo de padecer varias enfermedades en etapas posteriores de la vida. Lo ideal, por tanto, es ajustarse a las recomendaciones de ingesta establecidas por los organismos oficiales (OMS: 10-15%; ESPGHAN: <15%, ambas recomendaciones referidas a la ingesta energética total).

Objetivos del estudio

El presente estudio analizó la ingesta de proteína total, el origen, las fuentes alimentarias y la adecuación a las Ingestas de Referencia/Ingestas Recomendadas de la European Food Safety Authority (EFSA) y el Institute of Medicine (IoM). Adicionalmente también se estudiaron los efectos de diferentes variables (sociodemográficas, antropométricas, nivel de actividad física, nivel educativo…) sobre la ingesta de proteínas.

Metodología del estudio

Para el desarrollo de este estudio, se estimó la ingesta dietética mediante dos recuerdos de 24h a 1.448 niños de edades comprendidas entre 1 y <10 años divididos en 2 cohortes: una cohorte de referencia de la población española urbana no-vegana (SRS; n = 707) y otra cohorte de consumidores de leches infantiles enriquecidas (AMS; n = 741).

Principales conclusiones

Ambas cohortes superaron las recomendaciones de ingesta de proteína. No obstante, los niños que consumieron leches infantiles enriquecidas se adecuaron mejor a las recomendaciones europeas e internacionales (SRS: 16,79%; AMS: 15,63% de la ingesta energética total). Es importante resaltar que un 12% de los niños en la población de referencia y 6% de los consumidores de leches infantiles enriquecidas consumieron más del 20% de la energía proveniente de proteínas. Las cuatro fuentes principales de proteína en los niños fueron la leche y productos lácteos, las carnes y productos cárnicos, los cereales y los pescados y mariscos, para ambas cohortes.

Enlace a la referencia

Para acceder al artículo completo y consultar más detalles, puede acceder al siguiente enlace: https://www.mdpi.com/2072-6643/13/4/1062